Julio
de 2014.
17 jornadas de Camino
a través de los montes del Occidente de Asturias
y de Galicia:
Oviedo
- Cabruñana (Grado)
- Salas - Tineo - Campiello - ruta
de los Hospitales y el Puerto del Palo
- La Mesa - Castro (Grandas
de Salime)
- Fonsagrada - O Cádavo Baleira - Lugo - San Román de Retorta -
Melide - Santa Irene - Santiago de Compostela
●
Negreira
- Olveiroa - Muxía - Fisterra y
Cabo de Finisterre
De
acuerdo, este no era Año
Santo Jacobeo:
las carreteras, las corredoiras
y las sendas estaban razonablemente despejadas de peregrinos. Los
albergues ya no son lo que eran, en general y para bien, dicen los
veteranos; y, como no ha habido que pugnar mucho por una plaza para
pernoctar, tanto mejor. La climatología ha sido más clemente allí
donde esperábamos lluvia y barro que allí donde nos aguardaba el
abrasador asfalto de mediados de julio. Y, aunque la información
kilométrica de los hitos es bastante mejorable, los bares, las
tabernas y los ventorrillos aparecen, casi siempre, donde el cuerpo
va pidiendo refacción.
No,
nuestra peregrinación no ha sido excesivamente lacerante. Por qué
había de serlo. Esta ruta del Camino,
la más antigua, discurre en buena parte por trazados de calzadas
romanas atravesando montes y valles tan hermosos como recoletos;
cruzando la ciudad de Lugo, sede de la Catedral de Santa María y de
la única muralla romana completa hoy en día; y ofreciendo
abundantes alternativas para alojarse y yantar
bien. No hay por qué dudar de que en el primer tercio del siglo IX
el rey astur Alfonso II, el Casto, sintiese la necesidad de confirmar
que los restos hallados en Compostela eran realmente los del apóstol.
Pero, desde entonces, ha llovido lo suyo y hasta el Arzobispado de
Santiago de Compostela contempla diversos motivos para ponerse en
camino.
Una
jornada memorable: la quinta etapa de camino, por la temida Sierra de
los Hospitales y el Puerto del Palo, fue magnífica y nos ahorró
perder altura entre Campiello o Borres y La Mesa. No sé si es que
sólo un montañero puede apreciar su comodidad. Los demás
caminantes prefirieron la supuesta conveniencia del asfalto, para
evitar el barro y la neblina, y se arrepintieron. Así, dejando Pola
de Allande fuera de ruta, pudimos compensar el retraso causado por
unas indisposiciones en las jornadas previas; y la buena suerte de
los intrépidos hizo que la pertinaz llovizna de la noche remitiese a
media mañana, igual que en días anteriores. Sólo hubo un momento,
en Montefurado... En que la visión alegórica de la muerte, sin capa
pero con una guadaña de metro y medio de hoja, y la densidad del pan
de hogaza de Casa Herminia casi nos sobrepasaron.
Un
apunte crítico para quienes quisieran o debieran tomar nota.
Conociendo la diferente orientación de la estrella-vieira -en
Asturias, hacia Oviedo, y en Galicia, hacia Santiago- y poniendo un
poco de atención, no hacen falta mapas para seguir la ruta. Ahora
bien, otra cosa es planificar las etapas adecuadamente. Esto requiere
buenas guías y buenos mapas. Los esquemas, en los que la indicación
de las distancias se expresa en kilómetros lineales y es, por tanto,
imprecisa al acumularse desnivel, pueden jugársela a muchos
caminantes.
Pues
bien, los únicos que disponían de una edición del Camino Primitivo
en un formato práctico eran los alemanes y los austríacos que hemos
conocido. Ni las librerías asturianas ni las librerías gallegas
donde hemos preguntado tenían algo siquiera remotamente similar. En
un bar de Salas (Asturias) vi la única guía del Camino Primitivo, editada por
Cajastur aunque en las sucursales de la entidad no la recuerdan ya.
Digna de comentar, la cara de estupor de los funcionarios de turismo
y de los voluntarios de las oficinas de información al peregrino,
cuando se les pregunta si existe una guía que reúna todas las
etapas del Camino Primitivo, las asturianas y las gallegas. Para eso
haría falta que quisieran ponerse de acuerdo quienes tuvieran que
hacerlo. Qué ingenuidad: esto es España. La orientación de las
estrellas-vieira habla por sí misma.
En
fin, el Camino
merece cerrar la entrada opinando positivamente, a partir de nuestra
experiencia subjetiva. Albergues muy recomendables: el albergue
juvenil de Castro, el albergue-pensión "Cantábrico" de
Fonsagrada, el "Albergue de Peregrinos Santa Irene", el
albergue "Bela Muxía" y el "Albergue do Mar" de
Fisterra. Establecimientos para comer muy bien: "Casa Pachón"
en Salas, el albergue juvenil de Castro, el Restaurante "Cantábrico"
de Fonsagrada, la pulpería "Curros" en Melide, el
"Albergue de Peregrinos Santa Irene", el Callejón
Entrerruas (entre Rúa Nova y Rúa do Vilar) y "O·Dezaseis -
Casa de Xantar" en Santiago de Compostela y el "Bodegón El
Cordobés" en Muxía.
Saludos,
camaradas: José
Luis,
Begoña,
Cecilia,
Antonio
y Maribel.
Más
saludos para todos esos caminantes con los que hemos compartido
camino, cerveza, inclemencias, plátanos, queso, risas y sudores;
nada más, las heridas y el polvo son
intransferibles.
Y
un beso infinito, Emma.
Este primer Camino VA
POR TI.