ESPAÑA: MANIFESTACIONES y PROTESTAS versus DESPOTISMO y PLUTOCRACIA
Esta nueva entrada inaugura el componente ibérico de Claroscuro. Y, lo siento mucho, no se trata ni de Guijuelo ni de Jabugo. Veréis.
Dicen ahora los que, por ejemplo, han movilizado
a decenas de miles de familias para ocupar la calle y manifestarse a favor de
la “libertad de elección de centro docente” de la clase alta – en la
actualidad, la mayoría de la población no goza plenamente siquiera del derecho
a una educación pública digna; si alguien lo duda, que pregunte a cualquier
familia española que viva en un barrio, en una ciudad dormitorio o en el medio
rural, a cualquier familia corriente con recursos económicos modestos y sin
contactos influyentes – …
Dicen ahora los que, por ejemplo, han protestado
en contra de la Educación para la
ciudadanía y a favor de la Religión
católica, como si ésta sola pudiese asegurar la convivencia pacífica y una
sociedad justa de ciudadanos responsables y comprometidos con sus congéneres y
con su país – cuando abundan los católicos que
desprecian al prójimo si es humilde, que se entregan al lujo y a la lujuria (pro y contra natura), estafan, mienten, practican la usura, prevarican, roban
o incluso hacen fortuna fabricando armas para que se maten “los pobres del tercer mundo”; y dudo que la Iglesia
católica haya excomulgado alguna vez por tales pecados – …
Dicen ahora, sin ejemplos, los que han accedido
al gobierno del Estado y de las comunidades autónomas, y aún esperan acceder al
gobierno de algunas más, ocultando a los votantes sus paquetes de medidas
descomunales (perdón) – porque su objetivo, tan cierto como inconfesable, es
blindar los intereses de las grandes corporaciones y los grandes patrimonios, supuestamente
para evitar su evasión aunque suelen estar gestionados por amigos o familiares;
de ahí la amnistía fiscal y las exenciones tributarias (una suerte de “chantaje con secuestro del Estado”) – …
Pues bien, esos dicen que nos jodamos. Pudo oírse
literalmente en la sesión del día 12 de julio de 2012 del Congreso de los Diputados
del Estado español. Y dicen ahora que lo hagamos en casa y en silencio. Y que no
es lícito manifestarse, protestar en la vía pública, ni porque el gobierno haya
ocultado su verdadero programa de actuación para que le voten ni porque trate al
pueblo español de manera autoritaria mientras concede tratos de favor a los
ricos del país, que siguen multiplicando sus beneficios con la recesión
económica.
No sé si anticipar mi opinión con una carcajada
seca o con un tururú. Lo que sí os
digo es que protestar es lícito y, más que eso, es una obligación cívica. La dictadura
que se ha revelado con toda su obscenidad se llama plutocracia. Y los que no
pertenecemos al Club somos el pueblo y
tenemos la razón. Y ningún violento adoctrinado, matón a sueldo o vándalo ni
ningún político acomodado puede quitárnosla desde el escaño. Eso también tiene
nombre. Se llama despotismo.
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