CLAROSCURO Ibérico
Anhelamos la felicidad rehuyendo los sacrificios. Sondeamos el cosmos a
la búsqueda de Dios, a pesar de que la mayoría creemos más en lo tangible e
inmediato. De modo que nos postulamos como semidioses, tratando de conseguir
todo cuanto – nos han dicho que – en teoría es posible hacer y tener; y reclamamos
derechos y libertades a la carta, olvidando incluso los deberes sociales
fundamentales y cuestionando las responsabilidades cívicas más básicas.
Puede que, de vez en cuando, este mismo blog reclame
como pseudo-derechos la contradicción, el exceso, la incompatibilidad, la
paradoja, la sinestesia o cualquier inconsistencia estética. Pero, amigos, en
un mundo tan abigarrado y pluri-focal como el de hoy, CLAROSCURO Ibérico proclamará
sin reservas el coraje de tomar partido con coherencia y con compromiso ético; la
necesidad de sentir, pensar y actuar sin que los innumerables matices de la
posmodernidad nos paralicen; y, por qué no, el derecho a errar por el camino.
Cierto es que cada cualidad y su contraria, cada acierto
y cada yerro, han modelado la naturaleza humana a lo largo de su trayectoria cíclica
y pendular entre lo sublime y lo execrable. Ahora bien, si hemos de redefinir
lo esencial y reajustar las prioridades de nuestro tiempo, frente al despliegue
apabullante de la actualidad comercial, cultural, mediática, ocupacional, político-económica,
etc.; estoy convencido de que no hay nada como la técnica del claroscuro.
Bienvenid@s. Volved pronto.
Q bien te expresas José Carlos, cuento con algún acierto o yerro tuyo para el rincón claroscuro de la revista
ResponderEliminarMuchas gracias, Marcelino. Trato hecho. Mis aciertos y mis yerros están a tu disposición.
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