Los Dolomitas. Cinco rutas alpinas estivales.
Por
los cerros y las vías ferratas de la Península de Italia.
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Gruppo del Sella y Piz Boè (3.152 m), al fondo, vistos desde La Marmolada |
Hoy no voy a
salir por los cerros de la Península Ibérica sino por los de la Península Itálica.
Volver a visitar este país ha supuesto un placer doble. Los abundantes vínculos
culturales e históricos y el bilingüismo pasivo, que permite a los españoles y
a los italianos entenderse razonablemente bien sobre todo si se tiene algún
conocimiento de lenguas románicas y buen oído, contribuyen a que uno se sienta
casi como en casa. No obstante ese “casi” estimula la curiosidad por conocer y
saborear las diferencias, desde las artísticas hasta las gastronómicas y, esta
vez, también las de la alta montaña.
En lo
lingüístico, solo la toponimia de los Alpes orientales italianos ya ofrece una
interesante triplicidad –a veces confusión– de nombres en alemán, en italiano y
en retorrománico, la lengua local que evolucionó por el cruce del latín vulgar
con los dialectos celtas prerrománicos. Aunque más cerca, en los Pirineos, uno
puede encontrarse con una triplicidad toponímica similar entre el castellano,
el francés y el aragonés o el catalán. Basta comparar, por ejemplo, el topónimo
de “Graa
de Stounies”, en el Monte Cristallo de los Dolomitas de Ampezzo, con el de “Grau
de las Escaleretas” del Monte Perdido, en el P.N. de Ordesa.
Los macizos de los
Dolomitas o Monti Pallidi, con sus agujas, grietas y torres características, se
elevan entre prados, valles boscosos, ríos y lagos. Aunque la mayoría de los
glaciares de la Edad de Hielo han desaparecido y los que quedan están en
retirada, el agua abunda en sus tres estados; además los montañeros deben tener
bien presentes las habituales tormentas post meridiem, especialmente si van a progresar
por glaciar o por vía ferrata. La región ocupa casi 235.000 ha., repartidas
entre las provincias de Belluno, Bolzano, Trento, Udine y Pordenone. Su declaración
como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO llegó en el año 2.009.
Posiblemente, la
memoria y los restos históricos de la Gran Guerra propiciaron dicha
declaración, junto con los criterios antropológicos, naturales, paisajísticos y
etnológicos. No por casualidad, en la jornada del circuito de las Tres Cimas de
Lavaredo y Monte Paterno, nos encontramos y pudimos intercambiar impresiones
con austríacos e italianos emocionados por el hecho de transitar por las
cumbres, los expuestos pasos, los nidos de ametralladora, los túneles y las
grietas donde hace un siglo se habían enfrentado a sangre y fuego los Kaiserjëgers y Standschützen tiroleses con los Alpini y la artillería italiana.
A propósito de
la artillería y de la dinamita empleada para abrir pasos y galerías
subterráneas de suministro, es de suponer que los ghiaioni (los canchales naturales) de la base de muchas de estas atalayas
y fortalezas dolomíticas recreciesen con la escoria de las explosiones. No hace
falta haber tenido antepasados en aquel frente para sobrecogerse al imaginar los
rigores de la alta montaña invernal sumados a las penalidades de una guerra
como aquella, en la que la novedosa ametralladora y la puntería de unos pocos cazadores imperiales podían barrer de
una pedriza a batallones completos de asaltantes.
Tras una historia
tan ardua –pese a no habernos librado aún de los nacionalismos, siempre
ominosos– Europa ha logrado ser muy distinta hoy en día. Estas cumbres constituyen
una buena muestra, como escenarios perfectos para el disfrute deportivo de la
naturaleza compartidos por casi tantas nacionalidades como países hay en el
continente. El único contrapunto se produce cuando coincidimos
los montañeros más esforzados y sudorosos con los inmaculados que, después de
utilizar todos los remontes disponibles prácticamente hasta la cima, toman el
sol en la terraza de los refugios. Pero el contraste resulta agradable.
La red de caminos,
las vías ferratas, los funiculares y los refugios facilitan mucho las
aproximaciones, el descanso y la restauración del cuerpo. Gracias a esas funivie que ascienden hasta los 2.500 y
los 3.000 metros, es posible darse el
gustazo de hacer cumbre o de iniciar el descenso y, al poco, entrar a un
refugio, beber una cerveza bien fría con un exquisito plato de pasta fresca,
con un sabroso guiso o con un codillo en su punto y, para culminar, probar la
deliciosa repostería local con café. Casi puedo saborear todavía algunos de
esos almuerzos, servidos con una profesionalidad hostelera de la que deberían
aprender unos cuantos refugios españoles.
Lo que puedo
asegurar es que la cerveza y la buena comida saben mejor cuando se han
alcanzado con esfuerzo. Así que andando.
Día 22 de agosto, 2.017. Monte Cristallo, Dolimiti Ampezzane. Inicio desde el Ristorante Rio
Gere, a 2 kms del Passo Tre Croci-Són
Zuógo: primer telesilla (seggiovia)
– Graa de Stounies, a pie desde el Rifugio Són Fórcia (2.216 m) – Rifugio S.
Lorenzi, Forc. Stounies (2.932 m) – Cresta Bianca (3.008 m) y Ric. Buffa di
Perrero por la via ferrata Ivano Dibona
(nivel K1,6) – Monte de Padeon – Lago Son Forca – Passo Tre Croci-Són Zuógo
(1.791 m). Unos 12 kilómetros. Mapa Tabacco: Cortina d’Ampezzo 03.
La ferrata apenas tiene tres kilómetros, pero
los dos kilómetros de ascensión por el canchal de la Graa de Stounies consumen mucho
tiempo. El telesilla entre Són Fórcia y Forc. Stounies cierra en verano, lo que
descubrimos en la misma mañana. Las vistas son soberbias. El descenso al Monte
de Padeón nos entretiene y nos hace resbalar acrobáticamente. El terreno ni
siquiera es de canchal sino de roca y grava. Por suerte, en varios tramos hay cable
de acero. Finalmente, encontramos el telesilla de Rio Gere cerrado, desde las
17:30 como en pleno invierno, por lo que la ruta prosigue hasta el Passo Tre
Croci.
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Ascensión al Rif. S. Lorenzi por la Graa de Stounies |
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Rif. S. Lorenzi. Punto de inicio de la vía ferrata |
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Pasarela de acceso a Cresta Bianca. Al fondo, las Tres Cimas de Lavaredo (Sesto) |
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Cresta Bianca |
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Prados de Padeón y Cortina d'Ampezzo, al fondo, desde Cresta Bianca |
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Cresta Bianca |
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Vertiente Norte de Cresta Bianca. Al fondo, Croda Rossa Pizora |
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Descenso al Monte de Padeón |
Día 24 de agosto, 2.017. Monte Paterno / Paternkofel y circuito de Tre Cime di Lavaredo, Dolimiti di Sesto. Inicio desde el Lago di Misurina (1.760 m): pista
forestal (9 kms en coche) – Rifugio Auronzo (2.333 m) – Rifugio Lavaredo (2.344
m) – Forc. Passaporto – Sentiero
attrezzato Luka Innerkofler (nivel K2,2) y posiciones austríacas de la 1ª
Guerra Mundial – Rifugio A. Locatelli / Dreizinnen hütte (2.405 m) – Pian da Fin
– Cap. dei Pastori – Forc. del Col de Mèdo – Piani de Longères – Rifugio
Auronzo. Unos 10 kilómetros. Mapa Tabacco: Sextener Dolomiten 010.
Ruta sobrecogedora por su historia y por circundar
completamente las Tres Cimas de Lavaredo, símbolo de los Dolomitas. En un día
tan espléndido, el sendero equipado Luka Innerkofler está sobre-transitado por senderistas
con más y con menos –o ninguna– experiencia. El aparcamiento del Rifugio Auronzo
tiene un número limitado de plazas, conviene madrugar.
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Rifugio Auronzo, en la base de las Tres Cimas, al Sur. Al fondo a la izquierda, el Monte Cristallo |
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Las Tres Cimas de Lavaredo, desde el Monte Paterno |
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Ídem |
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Monte Paterno. Inicio del "sendero equipado" Luka Innerkofler |
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Llegada al Rif. Alle Tre Cime |
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Sendero "Dolomiten Hohenweg". Pian da Fin |
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Lago di Misurina y Monte Cristallino, vistos desde el Col de Mèdo |
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Las Tres Cimas, desde el Lago di Misurina |
Día 25 de agosto, 2.017. Pale di S. Martino, Dolimiti Fassane. Inicio desde el Passo di S. Pellegrino (1.887 m): telesilla
(seggiovia) “Snow Thrill” hasta las laderas de Campagnacia (2.276 m), donde
comienza la ruta – Rifugio Passo delle Selle (2.528 m) – C. de Campagnacia
(2.737 m) y posiciones austríacas de la
1ª Guerra Mundial, por el sentiero attrezzato Bepi Zac (nivel K1,7)
– Cuerda de Costabella y posiciones italianas (1ª G. M.) – Pta. del Ciadin (2.822
m) – Forc. di Laghet – L’Om Picol – Telesilla “Snow Thrill”. Unos 11 kilómetros. Mapa Tabacco: Dolomiti Fassane –
06.
La ruta y el sendero equipado son muy asequibles.
Las posiciones, las galerías y los dormitorios impresionan. En el Ciastel de
Costabela pueden verse dos grandes rocas huecas, a modo de búnqueres. En una de
ellas hay un pequeñísimo museo dedicado a las consecuencias de la contienda en
aquél frente. Algunas fotos espeluznan.
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Campagnacia |
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Rif. Passo delle Selle. A lo largo del puntal todavía se distingue la línea de trincheras |
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Posición austríaca sobre las laderas de Campagnacia |
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Sendero equipado Bepi Zac |
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Cima de Campagnacia (posiciones austríacas) |
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Costabella y Ciastel de Costabela, al fondo (posiciones italianas) |
Día 26 de agosto, 2.017. Gruppo del Sella, Dolimiti Fassane. Inicio desde Corvara in Badia (.1540 m): telecabina
(cabinovia) a Utia Lago Bee–Crëp de
Munt (2.152 m) – Telesilla (seggiovia)
a Le Valun (2.505 m) – Via Ferrata Vallon
(nivel K2,4) – Passo dl Valun (2.845 m) – Passo Lech dl Boe (3.009 m) – Piz Boe (3.152 m) – Forc. dai Ciamorces
– de Le Ponte (2.779 m) a Les Fontanes (2.568) por el
canuto de Gran Valacia – Rifugio Franz Kostner Al Vallon / Franz Kostner
Hütte (2.536 m) – remontes de regreso a Corvara. Unos 8 kilómetros. Mapa
Tabacco: Dolomiti Fassane 06.
La Via Ferrata Vallon permite salvar el hueco de
la cascada de Le Valun rápidamente para empezar a crestear por las
estribaciones meridionales del macizo llamado Gruppo del Sella. Estas cumbres abarcan
kilómetros de agujas y conos de deyección sucesivos.
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Rif. Franz Kostner Al Vallon, al amanecer |
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Aproximación a la vía ferrata Vallon |
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Vía ferrata Vallon |
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Ídem |
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A punto de hacer cumbre |
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Rifugio Capanna Fassa - Piz Boè |
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Vista al Passo Pordoi, desde el Piz Boè, y Ossario del Pordoi, monumento a los caídos de la 1ª Guerra Mundial |
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Vista desde la faja de Le Ponte |
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Rif. Franz Kostner Al Vallon |
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El aroma y el aspecto de los platos que salen de la cocina nos invitan a quedarnos... |
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No nos arrepentimos. La pasta y los Wiener Schnitzel están excelentes |
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Telesilla de regreso a Crëp de Munt |
Día
27 de agosto, 2.017. La Marmolada,
Dolimiti Fassane. Inicio desde el Lago
di Fedàia: Rifugio Dolomia (2.074 m) – Remonte-jaula individual (funivia) al Rifugio Pian del Fiacconi
(2.626 m), desde donde comienza la aproximación hasta Sforcella de la Marmolada
(2.896 m) – Via Ferrata Forcella
(nivel K2,3) – Punta Penia, cima de La Marmolada (3.342 m) – descenso al
glaciar por Schena de Mul – descenso del Ghiacciaio
della Marmolada por Pian dei Fiacchi – Rifugio Dolomia. Menos de 7 kilómetros
bastante técnicos. Mapas Tabacco: Dolomiti Fassane / Pelmo Civetta – 06 / 015.
El broche, la guinda, el premio final: el
Glaciar de La Marmolada tras coronar Punta Penia, techo de los Dolomitas. La
Via Ferrata Forcella es bastante aérea y vertical, requiere control total del
vértigo y buen fondo físico. El refugio de Punta Penia, sin acceso por funicular,
resulta inestimable para reponerse antes de iniciar el descenso. Los tramos de
hielo con grava, el rápel de transición al glaciar y el descenso por el glaciar
requieren concentración y presteza a partes iguales. La técnica ayuda, por
supuesto, pero también vemos a guías de alta montaña descolgar con la cuerda, a
pulso, a los clientes que no saben rapelar.
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Hacia la Sforcella de la Marmolada |
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Via Ferrata Forcella |
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Punta Penia - Cumbre de la Marmolada |
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El glaciar y los refugios de Punta Rocca, a la derecha, y de Piz Serauta, más abajo |
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Glaciar de la Marmolada |
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Funivia individual de regreso a Cima Undici y Lago di Fedaia |
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La Marmolada, desde el embalse del Lago di Fedaia |
Entrada dedicada a mis camaradas:
Álvaro (camarada-hijo), Cecilia, Felipe, Javier,
José Antonio y José Luis, el artífice.
Vaya pedazo de ruta y de experiencia!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, camarada. Viniendo de ti, que haces "diabluras" mucho más exigentes, es un gran halago.
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