viernes, 27 de noviembre de 2015

HOCKEY EN LÍNEA en Castilla-La Mancha (2)


El Hockey en línea castellano-manchego se llama H. L. Poisons. La renovada Escuela de Hockey se estrena en la Liga Autonómica de Murcia con dos nuevos equipos muy competitivos en las categorías Alevín e Infantil.


Pabellón de Hockey en línea. Polideportivo Municipal de Águilas (Murcia)

El sábado 21 de noviembre en Águilas, primera sede de la Liga Autonómica de Hockey en Línea de la Región de Murcia, los chicos del H. L. Poisons se estrenaron en competición oficial demostrando por qué hay que prestarles atención y apoyarlos. No hay duda de que los nuevos equipos que se han formado a partir de la fusión del Apes de Albacete y del histórico Poisons de Villarrobledo tienen la técnica, la fuerza y la bravura necesarias para jugar de igual a igual ante cualquier equipo, dentro de sus respectivas categorías, a pesar de su mínima experiencia competitiva y a pesar de la grave falta de medios económicos y materiales.

En el partido de categoría Alevín, que se jugó a las 13:00 horas, el combinado de benjamines y alevines del H. L. Poisons derrotó a los alevines del H. C. Águilas con el incontestable resultado final de 1 – 7. No fue precisamente la talla de algunos jugadores sino la superioridad técnica de los castellano-manchegos, en el control del puck o pastilla y en el patinaje, lo que propició un resultado que bien puede considerarse soberbio para el hockey en línea regional. Para los jóvenes Poisons también supuso una justa auto-satisfacción por la reclamación del equipo rival en los minutos previos al inicio del encuentro y que obligó a hacer dolorosos descartes de jugadores.

El equipo Alevín está formado por: Adrián Atencia (portero), Iván Hergueta, Manuel García, Pablo Bonillo, Naim López, David Marañes, Ángel Bartolomé, Mario García, Rubén Olmo, Alberto Bonillo y Alberto Riaguas. Hay que explicar que en este deporte minoritario, dada la dificultad de formar equipos completos que permitan disponer de varias líneas de jugadores para hacer cambios rotatorios, se suele aceptar y pactar la mezcla de edades dentro de unos márgenes. El sábado pasado la reclamación del equipo local rompió el acuerdo alcanzado con la organización de la liga y dejó a tres buenos jugadores en el banquillo, uno de ellos el portero.

H. L. Poisons. Categoría Alevín

A las 17:00 horas, comenzó el encuentro entre los equipos de la categoría Infantil. El H. L. Poisons abrió el marcador en la segunda jugada con un gol que desencadenó una pugna espectacular por el control del puck y que dio lugar a un intercambio de ataques y de goles que fue registrando el marcador hasta el 4 – 4, a minuto y medio del final del partido. Pero, tras una serie de peligrosos ataques del H. L. Poisons, un afortunado contraataque del H. C. Águilas les dio el 5 – 4; y aún otro ataque, unos segundos después, el 6 – 4 con el que acabó el partido. Aunque debemos felicitar al H.C. Águilas por su limpia victoria, el resultado en absoluto hace justicia a la igualdad y a la emoción sostenida durante el encuentro.

Después de todo, los infantiles del H. L. Poisons hicieron mucho más de lo que se les podía pedir, teniendo en cuenta que medio equipo entrena en Villarrobledo y el otro medio entrena en Albacete. Aún les queda bastante trabajo de cohesión y de integración por delante. Pero todavía hay que tener en cuenta otra dificultad. El medio equipo de Albacete entrena sin porterías y sin vallas, imaginando los espacios de juego. El portero, como es natural, lo sobrelleva como puede. Los otros jugadores no lo llevan mucho mejor al no poder ensayar el disparo. La valla no es únicamente un elemento de seguridad sino una parte del campo con la que se juega; y qué decir de las porterías. De manera que el hecho de que los infantiles de Albacete no vayan a Villarrobledo para entrenar se debe tan solo a que se trata de niños en edad escolar que no pueden desatender los estudios.

Forman el equipo Infantil: Pablo García (portero), Álex Olmo, Pablo Caballero, Javier Rubio, Javier Ortega, Luis Cuesta, Álvaro García, Jaime Barranco, Lorenzo Galindo, Juan Piqueras, Aurelio Fernández, José David Carretero y Juan Diego Jirón. El entrenador de ambos equipos es José Ángel Flores, vicepresidente, entrenador regional, preparador físico y jugador senior. El director deportivo y fundador de H. L. Poisons es Jorge López, coordinador y delegado del club, entrenador regional y jugador senior. Durante ocho años, hasta la primavera pasada, ha sido el presidente de la Federación de Hockey en Línea de Castilla-La Mancha; así es a veces el deporte en nuestro país (no añadiré más, de momento).

H. L. Poisons. Categoría Infantil

En ausencia de otros equipos que compitan en la región o en el ámbito nacional, el Hockey en línea castellano-manchego se llama H. L. Poisons y ha resurgido para ofrecer deporte limpio, espectáculo y, visto lo visto, prestigio a las ciudades de Albacete y de Villarrobledo. Ojalá reciba, a cambio, toda la atención posible por parte de las instituciones y un creciente interés del público; para lo cual necesita visibilidad y un pabellón acondicionado adecuadamente para su práctica en la ciudad de Albacete, como lo tiene en Villarrobledo. La instalación ya existe en la capital de la provincia, en el Complejo Deportivo Juan de Toledo. Sólo hay que reservar el espacio que ya tuvo y recuperar las vallas y las porterías. Es condición imprescindible por el equipo y por la imagen de la ciudad. Los equipos visitantes de otras comunidades autónomas llegarán pronto, cuando comience la 2ª Liga Inter-autonómica de Hockey en Línea en febrero de 2016.

Pabellón de Hockey en línea. Polideportivo Municipal de Águilas (Murcia)

Encuentro de categoría Infantil: C. H. Águilas - H. L. Poisons. Águilas (21-11-2015)

domingo, 22 de noviembre de 2015

La hora de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad – No la de los imbéciles


Foto: Europa Press (19-11-2015)

No habían transcurrido ni 24 horas desde los asaltos terroristas de París de la noche del viernes, 13 de noviembre, cuando oí decir a uno de esos analistas pseudo-progresistas de tertulia televisiva, casi literalmente, que desde ahora había que tratar con todo el cariño a esos muchachos que “corrían el riesgo” de ser captados por el integrismo y el terrorismo yihadista. A lo que el analista de enfrente contestó que quienes merecían todo el cariño eran –son– las víctimas y sus familias. ¡Pues claro que sí!

Aunque también afecte a Europa, más o menos, en nuestra España tenemos incrustado ese complejo de culpabilidad histórica con el que nos auto-flagelamos y a causa del cual permitimos que nos haga dudar cualquier secesionista chiflado o cualquier banda de pobres “chicos violentos”. Así llamaban algunos a los cachorros de ETA hace unos años. Conocer la historia y hacer memoria es necesario para modelar una sociedad cada vez más justa; pero no deberíamos seguir cometiendo la equivocación de sentirnos culpables de ser lo que somos hoy, aceptando las penitencias revanchistas que quieran infligirnos desde dentro o desde fuera con pretextos históricos.

Cuantiosos y terribles como han sido los desmanes cometidos a lo largo de la historia europea y durante la colonización y la descolonización de otros continentes, nunca deberíamos olvidar que Europa ha concebido la democracia, bien que maltrecha en la actualidad; que Europa ha alumbrado el humanismo tras abrazar el cristianismo –entendido no sólo como religión sino como ideología de la igualdad y de la fraternidad entre los hombres–; que Occidente ha hecho universales los derechos humanos; que nuestra civilización ha reconocido, por fin, la libertad y la igualdad ante la ley de la mujer y que ha puesto en práctica las ideas de bienestar social y de solidaridad con los más débiles.

Por muy perfectible que sea la materialización de todos esos logros, no olvidemos que son los logros de la Civilización Occidental. Sintamos, compartamos el orgullo. Esta no es la mejor hora para ser imbéciles.

Personalmente, no puedo estar más en contra de todos esos –autoproclamados– progresistas que confunden el progresismo, por ejemplo, con incriminar al Estado de Israel por auto-protegerse militarmente. Desde hace más de 60 años, Israel ha venido sufriendo el asedio y el odio de los mismos fanáticos que ahora atacan desde el propio corazón de Europa, abusando de nuestra sociedad igualitaria, ocultándose tras derechos y libertades que jamás han disfrutado en sus países de origen o en el de sus padres y abuelos. A esos líderes políticos que disculpan, justifican o no condenan las intifadas y el yihadismo ni ahora que medra entre nosotros, quizás porque nunca han tenido la responsabilidad de gobernar el Estado, les auguro que el pueblo jamás les confiará esa responsabilidad.

Los terroristas del “viernes 13” han hablado de la única manera que saben y nadie puede negar ya que no basta con haber nacido en Europa o haber obtenido un permiso de residencia y, finalmente, la nacionalidad para merecer vivir entre nosotros. Todo individuo debe demostrar consideración a sus conciudadanos y no sólo conocer sino aceptar y respetar los valores de la sociedad que lo acoge. Los menguantes derechos que aún disfrutamos los europeos van emparejados con el mérito. Como contrapartida de nuestras libertades ¿es que no estamos obligados los europeos a trabajar, a pagar lo que consumimos –impuestos incluidos–, a cumplir leyes y obligaciones cívicas, a identificarnos ante las administraciones públicas y al cruzar fronteras extranjeras?

Por favor, que alguno de esos progresistas de asamblea me explique por qué exigir lo mismo a nuestros “invitados” iría contra los derechos humanos. De verdad, me gustaría saber qué sabe él o ella –que no sepamos los demás–  y que expusiera la razón por la que no hay que controlar la inmigración ilegal ni hay que controlar y racionalizar el tránsito de las decenas de miles de refugiados de los últimos meses. En la Unión Europea habitamos quinientos millones de personas. Todos pasamos controles cada día –en el trabajo, en el ambulatorio, en la guardería, en el supermercado cuando pagamos con tarjeta, en una ventanilla, en un control de la policía, etc.– y no por ello son lesionados nuestros derechos.

Este club de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad de Europa debe ser tan exclusivo como atractivo pueda resultar a todos cuantos llaman a sus puertas. Hay que estar a su altura y el nacimiento no es razón suficiente para tolerar el chantaje cultural y la violencia. Ni el tedio –algunos terroristas son niños malcriados que lo han tenido todo, también vicios que contravienen preceptos islámicos– ni las frustraciones personales, que cualquiera de nosotros ha podido sufrir igual, ni las convicciones ni las diferencias culturales o étnicas pueden justificar la violencia anti-occidental. Y, para los confusos: el Estado de derecho democrático no será intolerante por protegerse.

Las tradiciones, las costumbres y los valores que han conformado Europa y que nos han distinguido hasta convertirnos en una de las civilizaciones más avanzadas –económica, moral, social y tecnológicamente– deben prevalecer por encima de las de cualquier “invitado” que llame y, sin duda, deben aplastar a las espurias creencias –me da igual que sean centenarias o milenarias– de los que piensan que hay guerras santas y que las mujeres pueden ser objetos de propiedad. Si no hay más remedio, nuestros valores prevalecerán con la aplicación contundente de nuestras leyes y con la ayuda de nuestras fuerzas de seguridad, ya que es la fuerza lo único que entienden los fanáticos. La razón ya la tenemos.


"I Love Paris", la pieza de Cole Porter interpretada por Les Negresses Vertes (1990)

sábado, 7 de noviembre de 2015

Pizza ibérica… del Dottore Marquinetti


En los buscadores veréis la gastronomía entre los temas que le interesan al autor de este blog. Pero, no me explico cómo, apenas me he estrenado con él; curiosamente, el único precedente es un comentario sobre las pizzas y el horno de carbón de Grimaldi´s, la renombrada pizzería neoyorquina, en New York City Roller Skating – 2 (entrada del día 24 de agosto de 2014). Con la entrada de hoy pretendo celebrar la pizza ibérica… ¿Que no existe tal cosa? Yo digo que sí.

Pizza de foie, higos y granada
Departiendo con amigos y conocidos sobre la afición de comer regaladamente, de vez en cuando se ha terciado hablar de buenas pizzas y pizzerías. En mis turnos, recurrentemente he sostenido que la  mejor pizza que he comido jamás me la sirvieron en una acogedora pizzería de Tomelloso de cuyo nombre hubiese querido acordarme, en los primeros años noventa, recién destinado a la Comunidad de Castilla-La Mancha. Sí, confieso que soy funcionario.

Os imaginaréis las respuestas jocosas que he tenido que oír y que, una por una, he rechazado vehementemente apoyándome en mis experiencias pizzeras desde Verona hasta Nueva York pasando por numerosas ciudades de distintos países y de la Península, claro. Pues bien, hace poco más de año y medio volví a aquella pizzería con mi familia por curiosidad y casi por accidente; desde entonces, tengo dos ayudantes en el elogio de Marquinetti.

Por su parte, don Jesús Marquina se ha ocupado de demostrar sobradamente que sus creaciones merecían las máximas alabanzas. No por casualidad el actual capitán de la Selección de Pizzeros de la Selección Española de Alta Cocina ha ganado varios campeonatos mundiales y nacionales. De hecho, no ha bajado del podio de los Campeonatos Mundiales de Pizza, celebrados en Italia, en los últimos trece años. De modo que, personalmente, quedo obligado con él por su empeño en darme la razón aún sin conocerme.

Pizza "El Greco"

Pizza "Rolling Stones"

Cuando vayáis, si la familia Marquinetti os hace unas putaditas para abrir boca, coméoslas pero reservaos para lo que puede venir después: una pizza de foie, higos y granada; una pizza “Matador”, con rabo de toro; una pizza “El Greco”, con yogur griego, perdiz y tres clases de tomates; una pizza “Fantasía de la granja” (campeona del mundo 2009), con chorizo, tocino ibérico, huevos de codorniz, reducción de vino, etc.; una pizza “Dulcinea” (subcampeona del mundo), con perdiz escabechada y quesos manchegos; una pizza “Matanza” (campeona de España), con bacon, chorizo, jamón y morcilla; una pizza “Pepito”, con solomillo de buey; etc. ¿Qué me decís ahora, existe o no la pizza ibérica?